viernes, 31 de diciembre de 2010

Babel

En el juzgado todos hablaban

lenguas diferentes.


Unos utilizaban el idioma de las montañas

que era el de sus madres

y sus abuelas.

No lo hacían por afán de aislamiento,

ni por ignorancia, ni simplemente por joder.

Sino porque la palabra

orlegia transmite más desprecio que verde

Y sakaila duele menos que una herida.


Los otros, como de costumbre,

emplearon el lenguaje del cuchillo,

ese que es más antiguo que Atapuerca,

ese que les enseñaron sus padres y su caudillo.

En sus frases formales se entreveían

hideputas, etarras, cabronazos,

entremezclados con sangre y con saliva

y abundantes e incisivos puñetazos.


De la tribuna al otro lado

los excelentísimos magistrados

hablaban un idioma extraterrestre

que nada entendía

de vísceras ni de humanos.

La sentencia fue pronunciada

en ese guirigay incomprensible

poblado exlusivamente de mayúsculas

que todos escucharon, pero nadie entendió.

Para confort de mis lectores

aquí dejo la traducción

encargada por burofax urgente

a cierto jurista marciano.


“11 torturadores son puestos en libertad

sin cargos.

Otros cuatro se tirarán una temporadita

con sus amigos en la cárcel

y un tiempo después volverán

a ejercer el terrorismo en nombre del estado.

Con respecto a las dos víctimas,

sigue en pie su pena de 1000 años de prisión

aunque el proceso en el que se dictara

incumpliera los derechos humanos.

Así seguirán recibiendo entre rejas

las vejaciones que merecen.

Esto sentencia este tribunal en nombre de

dios, la patria y el rey.”



http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article21038

http://elcaminodehierro.blogspot.com/2010/12/democratas-torturadores.html


lunes, 22 de noviembre de 2010

Buenaventura-nzas

"Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones, y ese mundo está creciendo en este instante" Buenaventura Durruti


Dichosos los enamorados

porque demuestran que es muy posible

una utopía par.


Dichosos los socialistas

porque llevan la política en el corazón

y llenan de corazón la política.


Más dichosos aún los anarquistas

porque purifican ese afecto

de toda repugnante autoridad.


Pero sobre todo


Dichosos los bisexuales

porque multiplican el amor

en erótica hipérbole.



Esto se le reveló mientras atravesaba la noche en un galope de abrazos

y un torrente de labios le goteaba por la barbilla

y se escurría por su cuello

y se filtraba hasta óseas cavernas.


Y entre cada relinche de dedos sentía dilatarse un poco más el tórax. El corazón se agrandaba como si quisiera bombear la prójima sangre. Temió que las costillas no aguantaran la imparable cardiomegalia, pero es que las costillas ya eran corazón. Y la piel, y la penumbra sedienta, y la forma que le amaba, y la mente que él amaba, y la habitación, y la noche entera. Sintió ensancharse su alma hasta creerse capaz de amar a toda la humanidad, no como abstracto concepto intelectual, sino personificada en cada concreto individuo.


Y entonces entendió que solo hay un amor y que cada afecto nace de la misma milagrosa fuente. Que el ansia de justicia es pasión por el pueblo, que a las manifas uno va a follarse la ciudad, que "la conquista del pan" es porno del duro, que la Revolución será una bacanal sagrada.


Y en cuatro labios se besaron un millón de tribus.



Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. (Mt. 5, 6)


viernes, 29 de octubre de 2010

Cita a sordas.

Lo esencial es invisible a los ojos. Por eso, pese a mis dioptrias, lo distingo en la distancia. Tan sólido como el muro de piedra en el que se apoya. Tan vivo como el azul de su palestina.

Yo ya había visto antes su perfil transparente. Lo fui rellenando de letras, de ideas, de datos, de afectos. Lo coloreé con instantes robados en dos noches fugitivas. Pero había algo de lo que no tenía constancia: la palabra sagrada que imbuye de vida al golem. Me faltaba su voz.

La voz, que es pneuma y alma y aliento. La voz, que crea todas las palabras que componen una vida. La voz, que es el pensamiento cristalizado. La voz, que es como un lazo de sonido entre dos personas. Hay voces que se imbrican y brincan y se enzarzan y rozan. Hay voces que arrojan cada consonante como un relámpago y otras que fluyen como un rio manso. Hay voces de todos los sabores y cada conversación es una receta diferente.

Por eso estaba algo nervioso mientras él se acercaba, envuelto aún en silencio. Su boca custodiaba una infinidad de posibilidades sonoras guardadas con celo en el tórax. Como un segundo antes del big bang, todo era aun posible: cada tono, cada amplitud, cada timbre. En cuanto se rompiera el silencio solo quedaría una opción, la verdadera. El gato aparecería vivo o muerto. Su saludo sería conjuro creador y destructor al mismo tiempo.

Abrió la boca y pronunció la primera sílaba.

Y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.

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Así hablan las manos cuando riman los gestos y la voz es un viento de dedos y los gritos te clavan las uñas. Y la poesía se transforma en quiromancia:

http://www.fundacioncnse.org/miguelhernandez/poemas.html

martes, 26 de octubre de 2010

Avalancha

Hoy es San Lucas, hoy es nuestro día, hoy somos la horda blanca.

Se adivina nuestra llegada desde el horizonte, como una tormenta de espuma. Somos un ejército curativo en el que cada soldado lleva una bata por uniforme, un silbato por bandera y una garganta por fusil. Una mano se alza en puño y la otra sujeta el cachi cargado de pólvora líquida. No tenemos coronel, ni disciplina, ni estrategía. Aquí toda posición es vanguardia, todo gesto es motín, toda palabra es manifiesto.

Temen los decanos nuestra terapia invasiva. Para impedirnos el paso sellan las puertas del conocimiento aun cuando ya están suficientemente cerradas. Confían la vigilancia a las porras de sus rudos perros. Pero nada detiene a la marea de batas: se filtra por puertas y ventanas, anega los pasillos, inunda las aulas.

Ante la agresión quirúrgica, el sistema se revuelve como una anguila en el lodo. El kaos pacífico es para él el más letal de los venenos y cada célula de la corrompida institución intenta resistirlo por todos los medios. En una posesión demoníaca, se adueña de la voluntad del personal de enseñanza, mantenimiento y limpieza. En sus rostros deformados por la ira se puede ver aterradoramente clara la naturaleza abyecta del régimen universitario. Solo les mueve un instinto: el orden, el orden, ante todo hay que preservar el orden, a toda costa.

Nos llevamos insultos, desprecios y cardenales. Ganamos risas, euforia y amistades. Pero obtuvimos también algo mucho más valioso: una certeza. La certeza de que toda autoridad puede y debe ser desobedecida, que solo la razón y la moral (la verdadera moral) merecen seguimiento, que ante la voluntad de estudiantes, trabajadores y pueblos nada pueden hacer rectores, policías o gobiernos.

Cada octubre se abre una brecha en los muros de la UVA. Pero un día la excepción se convertirá en la regla, un día caerá hasta la última verja, un día el blanco de nuestras batas se teñirá de rojo y de negro y se contaminaran de esos colores togas y birretes. Y entonces no habrá más cerrojos, ni porras, ni escobazos. Y un alumno no necesitará valor para decir: esta puerta no se cierra.


lunes, 11 de octubre de 2010

Garrote vil




Viles. Viles vuestras lenguas emponzoñadas y vuestras manos traidoras. Viles vuestros ojos capaces de soportar tanto sufrimiento sin parpadeo alguno. Viles vuestros oídos que no atienden a los gritos de las madres. Viles vuestros labios incapaces de besar. Viles vuestras piernas que sostienen la ignominia. Vil la tierra que pisais y que os vomitará de su seno cuando llegue la bendita hora. Vil el odio que habeis sentido y que habeis provocado. Viles las muertes que habéis vivido en las vidas que habeis matado. Mil veces más vivos están nuestros muertos que vuestros viejos. Mil veces escupiríamos en vuestro nombre si no temiéramos manchar nuestra saliva. Mil veces maldecimos la carne que os engendró y la leche que os amamantó, pues sois una vergüenza para todo lo bueno y para todo lo vivo y para todo lo justo y para todo lo humano. El verbo amar reniega de vuestros nombres y los esquiva asqueado. Solo servís para la muerte. Solo a ella obedecéis, solo a ella rezais, solo a ella quereis. Es vuestra esposa, y vuestro dios y vuestro caudillo. Id con ella y no volváis, bastardos.

Solo servís para la muerte.


Por más que callen
por más vueltas que de el mundo
por más que nieguen los acontecimientos
por más represión que el Estado instaure;
por más que se laven la cara con la democracia burguesa;
por más huelgas de hambre que callen;
por más que tengan saturadas las cárceles;
por más pactos que desarrollen con los controladores de clase;
por más guerras y represión que impongan;
por más que intenten negar la historia y la memoria de nuestra clase;
Más alto diremos:
asesinos de pueblos
miseria de hambre y libertad
negociadores de vidas ajenas
más alto que nunca, en grito o en silencio,
recordaremos vuestros asesinatos
de gentes, vidas, pueblos y naturaleza.

De labio en labio, paso a paso, poco a poco.

Salvador Puig Antich, 30 de Marzo de 1948 - 2 de Marzo de 1974.


Que m'agrada el batec d'aquell cor que, lluitant,
dóna vida a la mort
a què l'han condemnat.
I si canto trist
és perquè no puc
oblidar la mort
d'ignorats companys
.


jueves, 16 de septiembre de 2010

Sister in love



Mi escaso oído anglófono fue responsable de que durante más de cuatro años creyera que para los británicos la familia política no es familia en la ley, sino en el amor. Inocente de mi, pensé que la vida doméstica inglesa debía ser mucho más sana y madura, ya que eran capaces de materializar en su léxico habitual tan bello concepto.

Hermanos en el amor, padres por el amor, hijos desde el amor… tan cordiales relaciones contrastan bastante con la castiza suegra odiosa y el cuñado pelmazo tan asentados en el imaginario colectivo español. Sin embargo, mi profesora de inglés de bachillerato vino a sacarme de mi error, sustituyendo corazones por enmiendas y amores por juzgados; lo cual, dicho sea de paso, va bastante mejor con los ingleses, tan asépticos ellos.

Pero, como hago siempre, me estoy desviando del tema y sustituyendo las palabras auténticas por otras postizas: metáforas laberínticas que sepultan el sentimiento entre ingenios y cultismos. Hoy intentaré ser transparente, aunque para ello tenga que sacrificar el dudoso valor literario que pudiera tener este cuaderno.

Hoy voy a hablar de la señora Sara, Saritísima, Urbón, Urbonísima, Ser, Kaótika Sara, la Perfección o como ustedes prefieran llamarla. Si no la conocen no se preocupen, se la presento, es esa chica que va caminando por ahí, sí, la de melena corta, camisa de leñador, paso seguro y mirada llameante. Si no lo han adivinado ya, les diré que es una chica inteligente, imaginativa y un poco arrogante. Dicharachera por fuera pero reservada por dentro, como los albaricoques. Que hace de cada palabra una sonrisa y de cada carcajada un verso. Takilálica perdida y kaótika redomada; ahora que lo pienso le pega bastante el sonido qu.

Pues esa mujer es (por fortuna o por desgracia xD) “my sister in love”. Y lo es por muchas y variadas razones. Porque nos sentamos juntos el primer día de bachillerato. Porque frecuentamos todos los parques infantiles de burgos sin ser pederastas (bueno, yo un poco). Porque nos leemos ávidos las líneas. Porque el viento tiene celos de nosotros. Porque teníamos diálogos por Messenger que ya quisiera Platón. Porque creyó que estaba enamorado de ella por culpa de la bioquímica. Porque disertamos sobre “Las Maderas”. Porque vamos a ser la imagen comercial de nuestro amado Peregrino. Porque es la única a la que le cuento un poco de lo que dice y siente mi reptil. Porque somos guays. Porque hacer una cena de clase e ir solo nosotros, no tiene precio. Porque eres, no me retracto, imprescindible en mi vida.

Por todo ello, mi sister in love, te escribo como te prometí esta entrada cursi y ñoña de despedida. Espero que en este año por las féericas (con dos es) tierras de Avalón encuentres libertad y paz, que lleves una vida todo lo disoluta e inmoral que puedas y que se reconcilien tus dos personalidades, que aquí está esperando la tercera.

Slàinte!



Dicen que fueron tus ojos

los de la brava pupila,

los que cuentan tus historias

encerrao en la otra orilla.

Dicen que estás palpitando

mas lento aun cada día,

dicen que eres un buen hombre,

tu enfermedad te perdía.

Soñando días enteros

por cojones dormidito

dicen que te despertaste

en otro país distinto


Me han enseñao tus cartas

y eres más poeta que golfo

tus palabras encerradas cruzaron el mar

y a bordo de una barquita muy chica

con una vela de asombro

para todos los ojillos

que leyeron tus sollozos.

Soñando días enteros

por cojones dormidito

dicen que te despertaste

en otro país distinto


Cuando vuelvas serás otro

siendo el mismito de siempre

tu decides lo que escribes

y aquí te espera tu gente.

Soñando días enteros

por cojones dormidito

dicen que te despertaste

en otro país distinto.



P.S. También quiero dedicar un par de líneas a mi, por varios motivos, brother in love. Porque si sara es un albaricoque, nacho es lo contrario, un coco o una piña (bueno eso último mejor lo omitimos xD (y juro que me he dado cuenta después de escribirlo)). Y aunque hablar con él sea muchas veces peor que abrazar a un puercoespín, sé que en el fondo tiene mucha pulpa tierna, y cada vez que se alinean los astros deja ver un poco de ella. Así que sé que se emocionará (aunque solo sea un poquito y aunque luego lo niegue y me pegue) cuando lea que le quiero. Tengo ganas de volver a chocar los puños, brother.



miércoles, 1 de septiembre de 2010

Génesis 19:24


Todo empezó en los templos. Con las campanas que repicaban como un latido de bronce a ambos lados del río. Con los ecos de lenguas intraducibles. Con dos relojes que separaban las orillas siete segundos como siete catedrales.


Sodoma y Gomorra habían permanecido ajenas la una a la otra durante décadas. Ignoraban su cercana presencia como un feto ignora la hora del parto, o como el cuchillo ignora el dolor y el crimen, o como un cadáver ignora obcecadamente la vida.

Así fue hasta que se elevó la primera torre, o el primer minarete, o la primera atalaya; nadie recuerda ya el propósito de aquella verticalidad, ni de qué ciudad brotó primero. Pero fue entonces cuando las dos urbes se reconocieron como iguales y supieron por fin que no estaban solas en la infinita llanura, que una semejante extensión de cubículos era penetrada diariamente por una semejante muchedumbre de hombres al otro lado de los reflejos del río.

Y entonces corrieron a encontrarse, a ritmo de andamios y de cimientos. Tardaron unos cuantos años, pero al final ambas lamían las veredas del río. Se miraban asombradas con las ventanas muy abiertas, como dos bebés que ven por primera vez un rostro humano. Se husmearon, se exploraron, se tantearon y tentaron. Conocieron el deseo ardiente de la piedra y anhelaron el tacto obsceno del adobe recién cocido.

Hasta que por fin se tendieron los puentes: sólida y contundente roca mojada. Y por los puentes galoparon todos los besos. Besos violentos de labios de espada, besos que querían vencer la soledad quebrando muros y pieles, que tenían sed de puño y de fuerza y de movimiento en bruto, que necesitaban morder para sentirse besos de carne y diente, para sentir el mordisco ajeno y nunca más ser una sola boca. Y nunca más sentirse piedra sola.

Con el tiempo cesaron estos besos y vinieron otros, quizá más suaves pero no mejores ni más tiernos. Diferentes, apaciguados. Creció una muralla que abrazó a las dos ciudades en un único gesto y ambas permanecieron entrelazadas mientras dormían sobre sábanas cereales.

Pasaron los siglos como horas y los imperios como estaciones. Crecieron y menguaron muchas lunas y muchos hombres. Las ciudades seguían durmiendo, soñando arquitecturas que las iban haciendo crecer.

Cuando finalmente despertaron, encontraron los puentes demolidos y las orillas llenas de fusiles. Hasta el cementerio estaba dividido, aunque los cipreses de ambos lados fueran igual de tristes. Las familias separadas se encontraban a escondidas por la noche o enviaban cartas de contrabando. Y las dos ciudades sufrían indeciblemente porque las habían cercenado sin piedad.

Un buen día, algún dios de los cielos o de las aguas decidió que el amor entre las dos ciudades era inaceptable y repugnante y que debía ser eliminado. Pese a que allí vivían diez y veinte y treinta e incluso cincuenta hombres justos, la ira divina cayó igualmente sobre todos, en forma de un infierno de fuego y azufre. Y así quedaron derruidas sobre la tierra Sodoma y Gomorra, sin más vida que las sombras aterradas que miraban hacia arriba un segundo antes de convertirse en estatua de sal.


Sin embargo, la tierra bajo las estatuas aun oculta un extenso laberinto de alcantarillas compartido por ambas ciudades. Allí se guarecieron de la hecatombe muchos perros y algunos hombres. Ellos están salvando el amor del diluvio y el subsuelo se ha convertido en un Arca sin Noé.





sábado, 14 de agosto de 2010

Dos dictaduras

Dos más dos no es ni cinco ni cuatro. Es equis y solamente equis.

La entropía es incalculable; la matemática, indemostrable; la geometría, múltiple.

Los reinos son efímeros; las leyes, tan solo palabras; las capitales son grandes penas.

Tome ahora el lector una constitución del país y la época de su predilección o un manual de mecánica clásica. Ábralo por una página al azar y escriba en ella, con tinta de calamar, un nuevo artículo que rece:

Art. Verdigrave del Título p-ésimo: Ninguna apariencia será obligada a ser real y ninguna realidad será obligada a ser lógica. Ninguna lógica será obligada a ser cuerda y ninguna cuerda será obligada a ser de nylon.

Corolario: Syss una tautología es contradictoria, será considerada como correcta. E.d. todas las leyes aquí proclamadas se utilizarán única y exclusivamente para hacer pajaritas de papel.

Ahora cierre el libro, átelo con cordel y enchúfelo a la red eléctrica. Si ha seguido meticulosamente las instrucciones, observará cómo va creciendo una brecha por la pared de su habitación. Salga rápidamente de casa para ver el espectáculo, pues la fisura aumentará de tamaño hasta resquebrajar todos los vidrios de la ciudad: Las cabinas telefónicas se convertirán en geisers de palabras. De las cárceles escapará un maremoto de sangre. Se romperán las esferas de todos los relojes y de ellas caerán toneladas de arena futura. Las pajarerías inundaran de agua y peces el cielo. De las calculadoras brotarán un millón de equis, indespejables.

En este momentó usted debe tirarse de cabeza a la brecha. Si no lo hace, un instante después desaparecerá y todo volverá a ser un cadáver de cuyos dedos salen pequeños doses, como gusanos hambrientos.

Maldigo a todos esos locos que quieren gobernar la vida sin las palabras del poeta y sin las manos del artista.

martes, 10 de agosto de 2010

Dioscuro

Extraido del Diccionario de palabras transparentes. XIX edición.

Dioscuro. Sust. Masc.

Seres mitológicos de la cultura árabe. Aunque son de tamaño muy variable, abundan más los minúsculos que los enormes. Habitan en zonas húmedas y oscuras como urinarios, almohadas de mendigos, símbolos profanados y cachis sin terminar. Se alimentan de lo que pueden encontrar en estos lugares, es decir: orines, sueños, irreverencia y kalimotxo.

Como todo en ellos, su morfología es cambiante y misteriosa. Nunca se han visto dos iguales pero al mismo tiempo es difícil encontrar diferencias entre ellos. Su piel es un movimiento negro y fogoso. A modo de cerebro tienen un órgano rojo y metálico, de formas caprichosas de las que brotan púas con las que se reproducen. También son muy características sus glándulas lunares, que segregan noche a manos llenas.

Si se lamen son muy dulces al gusto, pues sudan chocolate, pero esto es muy peligroso pues si la lengua roza una sola de las púas rojas, el dioscuro tendrá una eyaculación eléctrica que fecundará todas las neuronas del temerario gourmet. Cuando la neurona eclosiona sale de ella un alacrán, de diferente color según los pensamientos de la víctima. Solo los negros se metamorfosearán en dioscuros adultos.

Son seres de carácter alegre y alocado. Las noches de luna nueva se emborrachan de tinta y recitan versos como estos:


La voz del dioscure dice:

Boca di oscuro

A la lengua que dios curó

En un día oscuro sin labios

Que un dios oscuro probó


Nota 1: Un servidor tuvo la suerte de ver a un dioscuro. No pude resistirme al ancestral deseo que emanan y besé todo su cuerpo. Ahora me dedico a la cría de escorpiones, pero me salen todos azules.

Nota 2: El lector no debe hacer caso de ciertas leyendas que afirman que los dioscuros son dos gémelos hijos de Zeus. Aparte de que todo el mundo sabe que la mitología griega es ficticia, la fonética de la palabra es obviamente incompatible con este significado heterodoxo.

sábado, 17 de julio de 2010

Pez luna.


Odio ser baco,
odio ser hombre,
odio ser humano,
odio ser animal,
odio ser algo.

Solo deseo ser.

Porque cada plomizo atributo que se empeña en sujetar mi verbo me descuartiza, me amputa del universo, me extirpa mil amores.

De las mujeres,
de los apolos,
de las nutrias,
de la leña,
de la caries del colmillo del lobo más viejo de la manada.

Hasta que sólo me queda la nada
-femenino plural-
una nada muy bien definida,
una nada más fina que la tapia de un cementerio,
más transparente que el hormigón,
más fría que la llama de los cirios.

Y yo quiero amar a las ranas,
y a las piedrecillas,
y que las avispas se enamoren de mis labios
y la hierba de nuestros pies.

Pero resulta que la avispa es avispa.
Y mi labio es labio.
Que todo tiene forma y es ceniza.

Y aunque me arranque los ojos
y ciegue a la humanidad entera
y apague al sol y a la luna y a las estrellas
y sofoque todo rayo y todo flash
e incendie la última central eléctrica sobre la faz de la tierra,

aún así, tú me reconocerás cuando te bese
y huirás asqueado, gimiendo cuchillos
que recolectaré con cariño suicida,
engulléndolos de un trago
para que me corten las branquias
con una bocanada de plata.


Estudiante 1: Y, sin embargo, por eso los han asesinado
Estudiante 2: Porque están locos, yo subo dos veces todos los días a la montaña y no me da tiempo para pensar si es hombre o mujer o niño, sino para ver que me gusta con un alegrísimo deseo.
Estudiante 1: ¿Y si yo quiero enamorarme de un cocodrilo?
Estudiante 2: Te enamoras
Estudiante 1: ¿Y si quiero enamorarme de ti?
Estudiante 2: ¡Te enamoras también! Yo te dejo. Y te subo en hombros por los riscos.
Estudiante 1: ¡Y lo destruiremos todo!
Estudiante 2: Los tejados y las familias
Estudiante 1: Y donde se hable de amor entraremos con botas de fútbol, echando fango por los espejos
Estudiante 2: Y quemaremos el libro donde los sacerdotes leen misa
Estudiante 1: Vamos, ¡vamos pronto! ¡Alegría! Alegría de los muchachos, y de las muchachas, y de las ranas y...

¡Señores! Clase de geometría descriptiva

Estudiante 1: Agonía, agonía...

F.G.L.

viernes, 2 de julio de 2010

Mis constantes.

En el desorden de mi habitación voy encontrando, desperdigados, trocitos de memorias, reflejos de instantes, cachos de sentimiento, recuerdos de este año. Los voy apilando en cajas de cartón del lupa que luego envalo con cinta aislante. Es hora de hacer inventario:

Dos cuatrimestres, siete asignaturas, sesenta y ocho créditos, seis autoevaluaciones presenciales, quinientas horas de moodle.

Diez fiestas en teleco, una champanada desastrosa, cincuenta horas en el lokal, cien litros de kalimotxo. Cincuenta y dos picos, ventisiete negras tormentas, doce jarras de merinos, trescientos mil saltos, un par de hogueras, seiscientos olvidos, seis mil recuerdos, veintitres debates metafísicos, diez mil carcajadas, un millón de momentos.



Cinco constantes. Todo ello se resume en cinco constantes.

Cinco cifras que se repiten en cada esquina de mi sangre, grafiteadas en todos los recodos de este año. Cinco parámetros con bata, o sin pantalones, o con paragüas. Cinco adjetivos cardinales. Cinco números con boca bebiendo de la misma litrona, compartiendo saliva y entrañas.




Este año hemos consquistado la noche y el día, pese a bolsas asesinas, policías de paisano, mercadonas laberínticos, chubascos impertinentes, sádicos profesores y champanadas malditas. Vencimos al tedio, a la lluvia, a la razón y a la sobriedad. Cometimos locuras, benditas locuras de sabor ácido, como el limón más amarillo del mundo. Nos bebimos los plenilunios a mandíbula batiente. Absorbimos el sol e inventamos una nueva forma de fotosíntesis. Orinamos en un nuevo edén, fabricado por y para nosotros.

Por todo ello ahora somos constantes, constantes universales. Galopamos sobre la silla de montar que es el espacio-tiempo, como bandoleros escondidos en un bosque de estrellas y lunas. El universo es nuestro, lo hemos conquistado a golpe de labio, de lengua y de pupila.




Duele julio como duele la cera, me hiere separaros de mis membranas. Me lastima el tiempo, menguante como una luna maldita y mentirosa. Pero el tiempo no es más que la más efímera de las variables y nada puede hacer para modificarnos a nosotros, constantes escritas en piedra. Y nos volveremos a encontrar, una y otra vez, en una espiral de novatosis y sanjuanes.

Gracias por este año, gracias por ordenarme a base de desorden, gracias por decir siempre sí, gracias por estar ahí, incansables, constantes.

No cambieis nunca, porque si varían las constantes fundamentales, la vida no será posible en mi universo.



domingo, 20 de junio de 2010

Las persistencias de la muerte

José se levantó de la cama agitado por el insomnio de su mente y de su vejiga. Dejó a su mujer dormida en la habitación y se encaminó hacia el baño del piso superior. No necesitaba luz, pues llevaba muchos años viviendo en aquella casa, pero las paredes parecían emitir un suave brillo gris, como si rebosaran luz lunar por haber absorbido demiasada durante demasiadas noches.

Subió el último escalón y abrió la puerta del cuartucho, frío y azul como todos los baños. Mientras orinaba se le pasó por la cabeza cierto poema del Borges. Y su pensamiento lo nombró así, con artículo, como si de una bestia mitológica se tratara.

Salió del baño y se disponía a bajar de nuevo la escala, cuando le pareció oir un ruido procedente de su despacho. Él lo llamaba su biblioteca, porque allí no despachaba nada, ni oficiaba nada; solo leía y escribía, lo cual era un tipo de transacción que no requería burocracia alguna.

Como decíamos, oyó un ruido procedente de su biblioteca, así que avanzo por el pasillo hasta encontrar la puerta adecuada guiado por el olor a papel y a madera. Entró y encendió la luz y se volvió a sorprender de que todos los libros permanecieran ahí, perfectamente colocados. Siempre abría la puerta con la secreta esperanza de pillarlos en una travesura: que Marx se hubiera pues a discutir con Bakunin, que Bukowski decidiera darse un garveo por la sección erótica, que Pessoa y Rosalía de Castro hubieran juntado los lomos y desperdigado sus versos uno dentro del otro; o incluso que los anónimos se hubieran inventado un Autor y se reunieran para adorarlo una vez a la semana (le habían contado que había un Libro que hizo eso, pero no lo tenía en su haber). Sin embargo, siempre estaban muy quietecitos y se limitaban a susurrar verbos en portugués, que es el idioma más apropiado para los susurros.

Pero aquella vez había una diferencia. La ventana situada detrás del escritorio estaba abierta y por ella entraba un olor a noche de verano, a vegetal de arena, a fuego y a mar. En la mesa yacían cien años de soledad. Se sentó en su butaca. La había comprado hace unos años en un centro comercial al uso, pero le gustaba atribuirle antigüas historias de linajes y de herencias. Todo el mundo tiene derecho al pasado, hasta las butacas del ikea.

Abrió los cien años y de sus paginas cayó un sobre de color malva. A la atención de José Saramago, se podía leer, en letra cursiva y sin remite. Sonrió, con una sonrisa tranquila y sincera, en absoluto solemne. No abrió la carta, pues ya conocía su contenido. Le pareció prodigioso el sentido del humor de su mente, en caso de estar soñando; o de dios, en caso de estar despierto. En cualquier caso decidió que para amenizar el insomnio hasta dormirse o hasta despertar, empezaría a releer la obra de García Márquez. Así lo hizo, pese a saber que jamás pasaría de la página ochenta y siete.



Treinta días después fue ayer. Y el que escribe estas líneas vivió su jornada ajeno a la muerte de un genio. No se percató de que mientras estudiaba en el ordenador, la foto de josé desaparecía de las contraportadas de los libros de la estantería. No se enteró de que su conciencia se apagaba poco a poco en una isla lejana. No se dió cuenta de que la humanidad perdía a uno de sus miembros y a uno de sus mundos; ese grandioso nuevo mundo que descubrimos a bordo de una balsa de piedra.


Adios saramago.

Sit tibi terra levis.



viernes, 18 de junio de 2010

Lo que trae la marea

¿Quién te ha colgado el mar de las pestañas?

Tu mirada y tu ceguera son dos mares separados por un párpado. Es bastante molesto para mí, porque cada vez que guiñas un ojo me arrastras desde las aguas superiores a las aguas inferiores y me siento insignificante plankton atrapado en un torbellino que no acierto a comprender.

Parpadeas, y me elevas hacia la sima más profunda;
y me sumerges en alturas imposibles;
y me sacudes;
y me derribas;
y me agotas;
y me agitas con la violencia de una cascada ascendente.

Tu mirada es caribdis y es escila ¿cómo coño me cuelo entre tus cuencas sin caer en la trampa letal? ¿cómo escapar de tu occipital? ¿cómo desterrarte del mío? Mejor mato dos gaviotas de un tiro y me cojo una patera acueducto través. Pero me persigue tu pupila y todo se me hace agujero. Poros en la carne y en el cuero que siempre retornan a ti.

Despierto al día siguiente, náufrago de la resaka y de la espuma. Los caballitos de mar vienen a susurrarme al oído y me hablan de las praderas de algas donde yo no puedo galopar.

Es lo que tiene vivir en un desierto de agua roja.

miércoles, 16 de junio de 2010

Dinámica de fluidos y ciclo sueño/vigilia

A veces en la ducha parece que el agua va al revés, trepando por las piernas y saltando desde los hombros. Creo que ocurre porque el acto de ducharse es algo terriblemente simétrico y estático. Piénsalo: se repite sin apenas varianza todos los días; las dioptrias, desamparadas de lentes, solo te permiten distinguir una amalgama de blancos; el agua no es más que una sensación de corriente que discurre de una tubería a otra.

Si abro la boca en la ducha siento como el agua de la tuberia de plomo entra en la tubería de mis vísceras, venas y nefronas. Y que vuelve a salir convertida en chorro arqueado de orina para encontrarse de nuevo con el plomo. Es un símbolo de nuestro discurrir, de cómo el tiempo nos pasa ajeno durante el día y se nos introduce en las entrañas durante el sueño. Por el día somos agua que camina por tuberias de alquitrán y asfalto. Por la noche somos alcohol que se derrama en tubos de cristal de cubata y de axón de neurona.

Nuestra vida es un laberinto de tuberías.

Y yo, quiero ser fontanero.

martes, 1 de junio de 2010

Para ELISA

Tenía grandes esperanzas puestas en su asignatura. Inmunología fue la parte que más me gustó del temario de la biología de segundo de bachillerato: me fascinó el arsenal armamentístico de nuestro organismo.

Sin embargo, cuatro meses de exposición intensiva al itinerario B han conseguido eliminar todo mínimo interés que todavía pudiera poseer por este área. Las razones: múltiples, variadas y de distinto orden de gravedad. Si me permite intentaré resumirlas con toda franqueza y sin medias tintas.


Los exámenes. No es que fueran difíciles, pues no lo eran. Eran absurdos. Mi estudio (y el de todos) previo a una evaluación consistia en aprenderme enormes listas de siglas estúpidas, de protocolos de vacunación, de receptores moleculares, de hitos evolutivos en los condrictios o de premios nóbeles de biología. A esta primera pelea con las diapositivas le seguía una segunda de rigor con las autoevaluaciones, en la que descubrías, estupefacto, que la tabla minúscula del rincón de la última diapositiva, la que no te has mirado porque no se te pasaba por la cabeza que el profesor pudiera ser tan súmamente retoricido como para preguntarla, cae en un desplegable que tiene una puntuación del 50% del total. Resultado (que debería ser evidente para usted): Te acabas memorizando con reglas estúpidas las preguntas de las autoevaluaciones y las que les han caído a los otros grupos, sacas sobresaliente en el examen y a los dos días no te acuerdas ni del 1% de lo que entraba.


Los foros. Plazas de la antigua roma donde se trataban los asuntos públicos. Ese era mi concepto al menos: un lugar donde poder dejar tus dudas y comentarios relacionados con la asignatura con total libertad. Pero no, siempre había un prétor autoritario vigilando, diciendo hasta cuando se podía hablar, pidiendo fuentes bibliográficas hasta para dar los buenos días. Para mi la función de un foro es preguntar una duda para que si otra persona la sabe te conteste directamente y así no tener que perder tiempo buscándolo tú. Si para poder preguntar una duda tienes que documentarte previamente (en los apuntes propios, en los colgados, en las diapositivas, en páginas web y en libros de texto: en todo ello antes de preguntar, según usted) pierde todo el sentido. Más que nada porque si haces todo eso, es prácticamente imposible que te sigas quedando con la duda. La inmensa mayoría de los temas que han salido en los foros no habrían salido si la gente hubiera hecho todo lo que usted pedía.

Además, no entiendo por qué se irritaba cuando se colgaban dudas de las autoevaluaciones. Es claramente lo que usted promueve con su sistema de evaluación y el tipo de preguntas (absurdas) que elige. Personalmente, estos temas fueron los más (por no decir los únicos) útiles para mí.

Pero bueno, lo más grave de todo son las contestaciones que da usted cuando la preguntas o las respuestas de la gente no son de su agrado. A mi algunos me parecen cercanos a la falta de respeto, desde luego muchos son claramente desagradables y desmotivadores; y esto no se soluciona con posteriores ripios educados y "gracias" de plastidecor. Quizá usted no es consciente de ello, pero a algunas personas este tipo de cosas le afectan mucho. Paso a citar algunos ejemplos (Además de abundantes mayúsculas,que en en un foro significan que está usted gritando...)

  • "este es el claro ejemplo CÓMO NO DEBE FUNCIONAR UN FORO"

  • "Sinceramente, mejor no haber contestado"

  • "esta duda surge DE NO MIRAR los apuntes y las diapositivas" "

  • ¿Pretendeís tener las respuestas correctas sin tan siquiera consultar las diapositivas y/o apuntes? MAL CAMINO"

  • "Estaba claro en las diapositivas, lo dije varias veces, viene en los apuntes, viene en otras fuentes"

  • "o no asististe a clase o yo me explico muy mal"

  • "Hubiese sido tan fácil como teclearlo en google para ver de dónde viene la palabra. Te ha tenido que hacer Manuel el trabajo"

  • "A ver Leticia... yo no puedo obligar a nadie a venir a clase. Tu pregunta carece de tanto fundamento, que hasta es dudoso que te hayas mirado siquiera los apuntes ¿De qué vamos? (...) ¿Quién ha dicho jamás que C5 activa nada del complemento????? (...) esto no es forma de preguntar una duda (...) En fin, podría seguir contestando párrafos y páginas porque la pregunta está mal formulada, no se entiende y desde luego denota que quien la hace no sabe ni lo que está escribiendo. Eugenia te ha contestado "algo" coherente (gracias)". (A una persona que me consta que va a clase todos los días)

  • "lo mínimo es mirar las diapositivas de clase primero ¿no crees? Lo ha tenido que hacer Irene por ti"

  • "los enlaces del campus no están de adorno... lo mínimo es estudiarlos al ojear cada tema. Paula lo hizo y pudo contestar a la autoevaluación sin problemas"


El tiempo. Ni que decir tiene que la asignatura exige muchísimas más horas de las que debería exigir, habida cuenta del peso en créditos que tiene en la carrera. Ya sé que lo dijo usted el primer día, pero no me vale con que usted se queje de que no se aumente el número de créditos y se quede tan campante. Su deber no es decidir el número de créditos que debería tener su asignatuar (en tal caso, creo que cada asignatura de la carrera tendría lo mínimo 15 créditos porque ningún profesor está satisfecho con los suyos) sino amoldar las horas de trabajo y estudio al valor que los órganos competentes han determinado que debe tener para el actual plan de estudios. Estudiar esta asignatura es secillamente incompatible con llevar al día otras materias como fisiología o neuroanatomía, bastante más importantes (desde mi opinión subjetiva y desde los criterios objetivos (o intersubjetivos al menos) de la UVA y el Ministerio de Educación).


El espíritu. Un poco de comeptitividad está bien, pero lo que su método promueve es convertirnos en una jauría de depredadores. Me acuerdo que un una autoevaluación usted dijo "He detectado que las notas suben en los últimos grupos. Vosotros vereis si os sale bien decirles las preguntas a vuestros compañeros". Me produjo bastante asco tal insinuación. Yo al menos no soy una de esas personas que ve todo fracaso académico ajeno como un éxito propio, de los que no dejan los apuntes ni aunque les disparen (o los dejan con fallos intencionadamente), de los que no dicen las preguntas a sus compañeros no vaya a ser que les quiten una matrícula o les adelanten un puesto en el ranking de la "excelencia". Como comentó un amigo: "vomito sobre Moodle y todo su sistema de valores"


Sus enfados. No los que continuamente tenía en clase por nuestros "murmullos" (que, por otra parte me parecen bastante desproporcionados). Sino los arrebatos que a veces le dan como:

  • "Si la gente deja de ir a otras clases tendré que suspender las evaluaciones". ¿Pero qué esperaba? ¿Pregunta la tabla de las tropecientasmil citocinas y cree que la gente va a acudir tranquilamente a clases de las que dispone de apuntes? ¿Y desde cuando es obligatoria la asistencia a clase? ¿Y cómo que va a suspender el sistema de evaluaciones, si viene en los criterios oficiales de la asignatura? En todo caso, ¿tan poco vale su palabra?

  • "Como he descubierto que la gente se pasa las preguntas, pondré el último examen mucho más dificil. Ahí sabre realmente cuanto sabéis de la asignatura" ¿Y ha tenido que esperar hasta la sexta evaluación para darse cuenta de que nos pasamos las preguntas? Para empezar debería ser evidente antes de que hiciera ninguna prueba. Si das la posibilidad de comentar el examen con los que no lo han hecho, van a pasarles las preguntas. Indefectiblemente. Tome usted medidas como cambiar los examenes de sesión a sesión o cambiar los grupos de turno para que se equilibren las notas

  • "La gente está poniendo demasiadas entradas en el glosario, estáis sobrecargando el moodle" No sé de qué se sorprende. Eso es exactamente lo que su sistema promueve. Es hasta matemáticamente previsible.


Sus cambios de opinión. Primero se podía compensar las actividades del Moodle. Luego había que tener al menos una cosa de cada tipo hecha. Más tarde nos contó usted que no todo compensaba con todo. Y se justifica diciendo que no le habíamos preguntado (!). Creo que era su deber comentarlo, ya que no aparece por ninguna parte en el famoso cuadernillo azul. Y a día de hoy, usted todavía no lo ha dicho públicamente, sino que los alumnos se han enterado por un foro que ha publicado un alumno de un grupo al que usted se lo comentó de pasada. ¿Cómo es posible? Hay personas que podrían tener que ir al examen por ese "detalle".


En definitiva, he encontrado en esta inmunología el paradigma de lo que es hoy en día gran parte de la Universidad. Una actividad puramente memorística, inútil, nulamente enriquecedora, ensimismada en su propio ombligo, desmotivante, desapasionada y desapasionadora. Desde luego ha conseguido ahuyentarme de toda optativa o especialidad clínica relacionada directamente con la Inmunología.

Yo no he tenido ningún problema personal con usted y considero que ha sido muy correcto siempre conmigo, pero no creo que eso tenga nada que ver con lo anteriormente expusto ni quiero que me impida decírselo porque es lo que realmente pienso.

Muchas gracias,

Salud.

jueves, 20 de mayo de 2010

No entres en el callejón


Al lado de mi colegio había un callejón. Como todos los callejones que se precien de llevar tal nombre, tenía aspecto lúgubre, sus paredes estaban grafiteadas y, por supuesto, no tenía salida. Ademas su suelo estaba inclinado y las tuberías desembocaban libremente en él, por lo cual solía estar permanentemente encharcado y lo recuerdo plagado de lagartijas enormes.

Ese callejón solían frecuentarlo los que para mí eran los "chicos malos". De hecho, callejón y vándalo eran dos conceptos para mi inseparables, tanto que no sabía si era el callejón el que había atraido a los chicos o los chicos los que habían generado a su alrededor el callejón. El caso es que ahí estaban, y los veía desde mi ventana de tercero de primaria, fumando y haciendo todo tipo de cosas prohibidas.

Yo, por supuesto, no pisaba jamás el callejón. Aquellos niños tan mayores me producían al mismo tiempo miedo, curiosidad y fascinación, envueltos siempre en olor a desobediencia y a tabaco.

Las madres advertían a sus hijos sobre el callejón y los peligros de las malas compañías. "no entres en el callejón, juega con los niños de la plaza" y en cuanto uno se acercaba un poco, su madre le llamaba la atención.

Tengo la sensación de que aún sigo siendo ese niño mojigato sentado en las escaleras de la escuela, mirando con asombro, con ganas y con incredulidad a los otros osados. Tengo la sensación de que toda mi vida me han estado gritando una y otra vez ¡no entres en el callejón! Me lo han gritado mis padres, mis profesores, mis amigos. Cada uno de los saludos que he cruzado con un vecino ha sido un grito de advertencia y de prohibición. ¡No entres en el callejón! Cada examen, cada nota, cada cifra. Cada comparación, cada enhorabuena, cada cena navideña. Detrás de todos los parabienes permanece siempre latente un: y no se te ocurra cambiar y no se te ocurra cejar y no se te ocurra dejar de ser quién nosotros creemos que eres, quien todos esperamos que seas, quien debes, sin duda alguna, ser.

Y aquí me han conducido mis pasos. Siempre lejos de la vereda prohibida. Contemplándola siempre desde lejos. Teorizando la rebeldía y cantando a la insumisión desde un asqueroso parapeto intelectual. En mi vida real me mantengo fiel a la lógica social que tanto critico en el espejismo cobarde que me ofrece mi cerebro. Porque tengo pavor de dar un paso fuera de ella, de acercarme al callejón al que nunca he entrado. Porque yo me defino a mi mismo a partir de los demás y de mis relaciones con ellos. Y ellos me han encadenado. Me han atado con las enredaderas del hábito.

Esta noche, liberado por un instante de la pesada carga que soy yo mismo, me paro a contemplar. A un lado, el callejón de mi subconsciente: oscuro, húmedo, tentador. Al otro lado un ordenado bulevar con edificios grises a los lados y civilizados árboles verdes en el centro.

Me pregunto cuál es en verdad el que no tiene salida.



Qué más te da si trajino
si tuerzo el camino
si le meto al vino.

Qué más da si me orino
en este destino
para el que he nacido.




posdata: mi madre no era de las que advertía sobre el callejón. lo único que me pedía es que fuera verdadero, real y sincero. Es decir, auténtico. Ese es el mayor regalo que me han hecho y no sé si le he prestado suficiente atención.

domingo, 2 de mayo de 2010

Declaración de principios

Hermanos
yo los amo a todos.
Cómo no voy a amarlos
si hemos sido alimentados
por la misma tierra
y la misma sangre
y la leche de idénticas estrellas.

Norteños o australes
nos dedicamos a girar
pendidos del universo boca abajo
sujetos a la materia por los tobillos
y dando inútiles saltos por alcanzar
algunos el sol
otros la luna
urano, plutón o el cometa halley.

Hermanos
los tengo metidos en las entrañas.
Cuando se matan entre ustedes
me desgarran las palabras
y el tórax se me llena
de una tinta malsana.

Los amo a todos,
pero no vayan a pensar
que soy amigo de relativismos,
que pienso que no hay bien ni mal
y que todo me da lo mismo.
Yo condeno la injusticia
y celebro que haya justos;
aborrezco el poder
y bailo con los ácratas;
reniego de la mansedumbre
y abrazo a los rebeldes.

Desprecio a los ignorantes
que creen poder comprar la vida
como si la sangre estuviera en venta
o pudieran poseer el ciclo de Krebs.
La vida es algo eléctrico y libre:
no cotiza en bolsa, no tiene intereses,
no es almacenable ni transactible.
Los perros no se prostituyen cuando lamen
los periquitos no cantan por salarios
las iguanas son dueñas de su día y de su verde.
Jódete Bill Gates, con todos tus millones,
jamás podrás comprar un dinosaurio
ni la babosa vida de un caracol.

No entiendo a nacionalistas
locales ni estatales
orgullosos de una cosa
que no existió jamás.
Mi patria son los hombres,
mi patria es de recuerdos,
mi patria está hecha de carnes,
corazones y cerebros.
No la busques en el suelo
pues galopa sobre el viento,
llega a cada rincón
y en cada hogar tiene asiento.
Lo que yo llamo patria no es más
que fuerte y alegre y amada humanidad.

No creo en democracias
que permiten monarquías
de reyes o de billetes
o de porras o de mentiras.
El poder no está en el pueblo
cuando no es suya la tierra,
cuando le roban el tiempo,
cuando le compran la fuerza,
cuando le alinean los cerebros
y le alienan la conciencia.
La libertad está presa
en urnas y televisores:
cajas tontas que cada x años
se intercambian las votaciones.

Odio a los que no entienden
que hay cosas más allá de su ombligo
y pisan y escupen y muerden
a los que no eligen su mismo camino.
Mojigatos, fariseos, puritanos
que ante todo se escandalizan;
dicen que el sexo es pecado
porque odian el placer y la risa.

Maldigo, pues, a los poderosos
a los que mantienen este orden abyecto
a los que se manchan las manos de sangre
a los que ya no les caben los muertos
dentro de sus cabezas,
dentro de sus corazones,
sobre sus espaldas
y en sus habitaciones.
Todo lleno de muertos
que con ojos ciegos los miran,
que con lenguas mudas les increpan,
que un día juzgarán sus fechorías.

Cuando ese día venga
yo me armaré con lo que toque:
lapiz, cuchillo o clavel;
para defender las alegrías
en esta tierra que es la mía,
que es del sueño y es del hombre;
para hacerla florecer.

Y cortaré los talones
de mis hermanos amados
llorando por los tendones
que me habían pisoteado.
Hasta hacer un cementerio
lleno de pies y de botas:
mejor muñones bellos
que esperanzas rotas


domingo, 4 de abril de 2010

Domingo de Insurrección

Que hoy se escondan las cucarachas vaticanas, porque no están a salvo. Ni las negras ni las rojas, ni si quiera la gorda reina blanca.

Ratzinger (incluso su nombre suena a insecto) ha sido acusado ante la justicia internacional por encubrimiento de pederastia. Cómo habría cambiado la historia si también se hubiera acusado a Juan Pablo II por promoción de pandemias, a Pio XII por colaboración con la barbarie nazi, a Urbano II por genocidio y a todos y cada uno de los sucesores de Pedro por asesinato, creación de odios y defensa de la intolerancia

No negaré que denunciar al máximo representante de la iglesia católica me produce una sensación orgásmica incomparable. Tampoco voy a ser tan inocente como para pensar que este acto de un particular va a cambiar mucho las cosas. Pero ya alguien ha tirado la primera piedra. Yo tiraré siempre que pueda la mía, todos podemos hacerlo, pues todos estamos libres de pecado. El pecado se lo inventó la iglesia para tenernos maniatadas las conciencias, para revolcarse en su propia bajeza humana y para tener una excusa con la que intervenir en los “asuntos terrenales”.

Transformemos todos este domingo de resurrección en un domingo de insurrección. Que nuestras inteligencias revivan y que el espíritu revolucionario nos permita hablar todas las lenguas y entender todos los misterios. Que recibamos el fuego de la rebeldía. Que los poderosos no nos tienten ni nos compren por muy árido que sea el desierto. Que no neguemos nuestros ideales tres veces antes de que cante el gallo. Que no vendamos nuestras creencias por veinte monedas de plata. Que la justicia crucificada salga en tres días de su sepulcro. Que tomemos el fruto del árbol del conocimiento y del árbol de la vida. Que no hagan falta milagros para curar a los leprosos porque las farmacéuticas se vuelvan solidarias. Que nadie comercie en el templo. Que no haya cesar ni dios que reclame tributo alguno. Que el hombre no se postre ante ningún ídolo. Que todos los seres humanos nos amemos como hermanos.

Empezar la insurrección es muy fácil. Solo tienes que gritar con tu carne, tus vísceras y tus huesos: “Yo acusó a Yhve. Que se pudra en las cárceles del valhala y pague con sangre de dios toda la humana sangre vertida”.

Y que una marea roja inunde la plaza de San Pedro.


Tensión sexual no resuelta

En el vasto páramo que va

de la potencia hasta el acto

te puedes encontrar

una pintoresca y gris fauna:

Frases de disculpa grafiteadas,

murciélagos en forma de condicional,

equidnas con pinchos de desengaño,

estrellas rojas subacuáticas.


En el erial que se extiende

por el país de los posibles

crecen vergeles muertos

de una profusa y pervertida flora:

Árboles que dan frutos de abril podridos,

mohos que trepan por las piernas,

uñas que brotan de la tierra

cubiertas de mugre e instintos.


Pero lo que más abunda

en los reinos de Aristóteles

son los seres inertes

de una geología plutónica:

Ruinas de lo que pudo ser,

polvo estéril de lo que no será.

Senderos espirales

de geometrías no-euclidianas.


Y un montón

De tumbas de cobardes.

domingo, 21 de marzo de 2010

Rayas

Las drogas que yo tomo

son de fabricación propia,

así me salen mucho más baratas

pero no por ello matan menos.


La última que he inventado

es un metal rojo del desierto.

Se administra por vía nasal

para que llegue más rápido

al reptil que vive en mi cerebro.


En realidad yo sé

que no es más que aluminio pintado

y que solo existe en mi cabeza.


Algunos tienen amigos imaginarios

yo tengo camellos de mentira.

Lo más triste de todo

es que aun así me timan.


Pero no importa,

me han traido un nuevo cargamento

dentro de sus jibas,

ya tengo con qué divertirme

para unos cuantos meses.


Y olvidar que lo que quiero

es esnifar tu cerebro

rojo como las arenas

de los desiertos de Arrakis.


Pero no os preocupeis

porque

Yo controlo


miércoles, 17 de marzo de 2010

La náusea

Hay tardes en las que pierdo la fé en la humanidad. Es difícil reprochármelo existiendo como existen tan abundantes muestras de injusticia, odio e ignorancia. Las tres se alían y paren al monstruo del fascismo y entonces es imposible contener las ganas de vomitar. Cuando contemplo a un hombre degradándose a la condición de bestia, injuriando a sus semejantes, manipulando con populismos las conciencias, defendiendo la explotación, revolcándose con gozo en las más asquerosas miserias humanas, entonces la bilis se me concentra en los tuétanos, se me agrían los pensamientos y solo puedo sentir un profundo, hondo y absoluto asco.

Cumple el perfil y lo rebasa con creces el señor Josep Anglada, del que hablaré hoy, si me disculpan lo desagradable del tema y no sin antes advertir que no es apto para menores de edad, ni para espíritus sensibles. Quienes busquen algo menos nauseabundo tienen a su disposición abundantes videos de coprofagia en la web. Quedan advertidos.

El susodicho individuo es el presidente de Plataforma per Cataluña (PXC), partido xenofobo nacido en la localidad catalana de Vic. Paso directamente a dejar que se presente él mismo con sus declaraciones en el programa Salvados de la sexta. Disfruten y tengan siempre a mano una palangana.




Y unos vídeos que no salieron en el programa:

http://www.youtube.com/watch?v=ViVHFttgm_A

http://www.youtube.com/watch?v=UHKlMQHD-yU

http://www.youtube.com/watch?v=TcR2FDqCkXQ

Como se deja entreveer en la entrevista, Anglada tiene un oscuro pasado. Fue candidato europeo de Fuerza Nueva, partido del que le echaron por malversación de fondos. Y recientemente fue sorprendido con una cámara oculta diciendo algunas cositas muy democráticas (empieza en catalán pero lo más importante está en español):


Espero que ya lo hayan echado todo. El partido de Anglada, cuenta con los apoyos de la extrema derecha europea, por ejemplo de los compañeros de gobierno de Berlusconi, la liga norte. Aquí vemos a Josep jugando con sus amiguitos nazis:


Y perdiendo los nervios en una conferencia:


Este hombre es un ignorante, un aprovechado y un fascista. Pero lo pero de todo es que en la calle la gente repite su discurso vomitivo. Y lo votan. Y lo saludan y lo admiran. A este imbécil, fanático, intolerante. A este engendro subhumano...

Disculpenme, tengo que ir al baño.
Me quedaba algo de optimismo en las entrañas.

lunes, 15 de marzo de 2010

Apagafarolas


Ahí está, luciendo en la lejanía
Se burla de nosotros.
Jamás la alcanzaré.

Aunque me aproxime cuidadosamente
o sin cuidado
corriendo veloz
saltando
haciéndome el despistado
o sin quitar los ojos de la esfera
o bailando un tango
suelto o agarrado
incluso si la abrazo borracho pensando en la luna

Ella se apaga.

Si es que no emite un zumbido de insecto nocturno
o incluso parpadea un par de veces en la oscuirdad
como si fuera uno de los ojos de Hécate.

Hay varias.
Sus tallos
de hierro forjado
u horrendo níquel verde
brotan del alquitrán,
regado con copiosas
meadas noctámbulas

Hay varias.
Pero son la misma.
Sus raíces se extienden
gigantes
abarcan continentes
y atraviesan océanos
hasta encontrar
un punto de soledad
donde emerger y medrar:

en ramón y cajal
la calle santiago
paseo zorrilla
la blanca barriada
monmartre (parís)
o la quinta avenida.

Siempre está ahí
esperando mis pisadas,
interpuesta en mi camino
cual legión de gatos negros.


Sin embargo,
en los regresos sobrios
de las noches ebrias,
cuando me encuentre con mi farola
y se haga la oscuridad,
quizá a ti te ocurra lo mismo
y entonces
compartiremos el instante y la tiniebla.


Ahí está, luciendo en la lejanía.
Se burla de nosotros.
Jamás la alcanzaré

¿Quién quiere luz cuando la noche te abraza la mirada?


domingo, 28 de febrero de 2010

Arcano menor.

Atravesemos el umbral de la Facultad, sigamos los renglones de sus pasillos y bajemos por las escaleras como por un arpegio descendente. Si hemos seguido bien las instrucciones entraremos en la cafetería, donde cuatro estudiantes jugan a las cartas. Contemplemos atentamente.

Ellos no lo saben, pero están ejecutando un solemne rito. El tapete verde preciso para realizar el conjuro está debidamente colocado. Las cartas se han barajado y se han cortado, y ahora expresan la voluntad de los dioses. El juego empieza en sentido diabólico, que no es (y sí es) otra cosa que antihorario.

Se van arrojando los símbolos. Su sucesión marca la suerte del juego. Y de la vida. Las cartas son arcanos antiguos y secretos y los tahures aprendices de pitia. Según transcurren los turnos, los jugadores escriben sus futuros.

Espadas como labios de sotas traicioneras.
Vanidaes aureas desveladas.
Rudos bastos reptilianos.
Copas de olvido a rebosar.

Quizá ustedes, legos, no comprendan la sagrada celebración del mus, la misa del poker o el hieros gamos del culo. Pero cada vez que se crea una de las inconmensurables combinaciones se está describiendo a la perfección la vida de un hombre del continente. El conjunto de todas las palabras que pronunciarás es la obra maestra de alguna literatura extraterrestre. El número de céntimos de tu bolsillo se corresponde con los días que le quedan a un enfermo terminal que vive en Oxford. En una de las líneas de los libros de tu estantería está escrita la respuesta certera a la pregunta que te abrasa.

El universo no es más que una maraña de símbolos y nosotros artrópodos analfabetos que se alimentan de la tinta y la celulosa.

Disfruta del banquete y que no te hagan

plin.

miércoles, 13 de enero de 2010

Akelarre


Cuentan las leyendas que los cuatro elementos (el fuego, la tierra, el agua y el aire) se reúnen las noches de luna verde en la cima del Monte Que Es Llano. Allí se cuentan las nuevas de sus reinos y ríen, cantan, bromean, debaten, deliran, juegan, tocan, critican, confiesan. Para recordar los tiempos de los Ritos Antiguos.

Mientras beben un sagrado brebaje que está hecho de noche llovida, declaran la guerra a los dioses del bien. Sin tregua hasta el amanecer, sin paz hasta la muerte

Y, ebrios, invocan al Peregrino de los Infiernos, para unirse a él en depravada cópula.


E cando este brebaxe baixe polas nosas gorxas, quedaremos libres dos males da nosa ialma e de todo embruxamento.
Forzas do ar, terra, mar e lume, a vos fago esta chamada: si e verdade que tendes mais poder que a humana xente, eiqui e agora, facede cos espritos dos amigos que estan fora, participen con nos desta queimada.