sábado, 14 de agosto de 2010

Dos dictaduras

Dos más dos no es ni cinco ni cuatro. Es equis y solamente equis.

La entropía es incalculable; la matemática, indemostrable; la geometría, múltiple.

Los reinos son efímeros; las leyes, tan solo palabras; las capitales son grandes penas.

Tome ahora el lector una constitución del país y la época de su predilección o un manual de mecánica clásica. Ábralo por una página al azar y escriba en ella, con tinta de calamar, un nuevo artículo que rece:

Art. Verdigrave del Título p-ésimo: Ninguna apariencia será obligada a ser real y ninguna realidad será obligada a ser lógica. Ninguna lógica será obligada a ser cuerda y ninguna cuerda será obligada a ser de nylon.

Corolario: Syss una tautología es contradictoria, será considerada como correcta. E.d. todas las leyes aquí proclamadas se utilizarán única y exclusivamente para hacer pajaritas de papel.

Ahora cierre el libro, átelo con cordel y enchúfelo a la red eléctrica. Si ha seguido meticulosamente las instrucciones, observará cómo va creciendo una brecha por la pared de su habitación. Salga rápidamente de casa para ver el espectáculo, pues la fisura aumentará de tamaño hasta resquebrajar todos los vidrios de la ciudad: Las cabinas telefónicas se convertirán en geisers de palabras. De las cárceles escapará un maremoto de sangre. Se romperán las esferas de todos los relojes y de ellas caerán toneladas de arena futura. Las pajarerías inundaran de agua y peces el cielo. De las calculadoras brotarán un millón de equis, indespejables.

En este momentó usted debe tirarse de cabeza a la brecha. Si no lo hace, un instante después desaparecerá y todo volverá a ser un cadáver de cuyos dedos salen pequeños doses, como gusanos hambrientos.

Maldigo a todos esos locos que quieren gobernar la vida sin las palabras del poeta y sin las manos del artista.

martes, 10 de agosto de 2010

Dioscuro

Extraido del Diccionario de palabras transparentes. XIX edición.

Dioscuro. Sust. Masc.

Seres mitológicos de la cultura árabe. Aunque son de tamaño muy variable, abundan más los minúsculos que los enormes. Habitan en zonas húmedas y oscuras como urinarios, almohadas de mendigos, símbolos profanados y cachis sin terminar. Se alimentan de lo que pueden encontrar en estos lugares, es decir: orines, sueños, irreverencia y kalimotxo.

Como todo en ellos, su morfología es cambiante y misteriosa. Nunca se han visto dos iguales pero al mismo tiempo es difícil encontrar diferencias entre ellos. Su piel es un movimiento negro y fogoso. A modo de cerebro tienen un órgano rojo y metálico, de formas caprichosas de las que brotan púas con las que se reproducen. También son muy características sus glándulas lunares, que segregan noche a manos llenas.

Si se lamen son muy dulces al gusto, pues sudan chocolate, pero esto es muy peligroso pues si la lengua roza una sola de las púas rojas, el dioscuro tendrá una eyaculación eléctrica que fecundará todas las neuronas del temerario gourmet. Cuando la neurona eclosiona sale de ella un alacrán, de diferente color según los pensamientos de la víctima. Solo los negros se metamorfosearán en dioscuros adultos.

Son seres de carácter alegre y alocado. Las noches de luna nueva se emborrachan de tinta y recitan versos como estos:


La voz del dioscure dice:

Boca di oscuro

A la lengua que dios curó

En un día oscuro sin labios

Que un dios oscuro probó


Nota 1: Un servidor tuvo la suerte de ver a un dioscuro. No pude resistirme al ancestral deseo que emanan y besé todo su cuerpo. Ahora me dedico a la cría de escorpiones, pero me salen todos azules.

Nota 2: El lector no debe hacer caso de ciertas leyendas que afirman que los dioscuros son dos gémelos hijos de Zeus. Aparte de que todo el mundo sabe que la mitología griega es ficticia, la fonética de la palabra es obviamente incompatible con este significado heterodoxo.