En el vasto páramo que va
de la potencia hasta el acto
te puedes encontrar
una pintoresca y gris fauna:
Frases de disculpa grafiteadas,
murciélagos en forma de condicional,
equidnas con pinchos de desengaño,
estrellas rojas subacuáticas.
En el erial que se extiende
por el país de los posibles
crecen vergeles muertos
de una profusa y pervertida flora:
Árboles que dan frutos de abril podridos,
mohos que trepan por las piernas,
uñas que brotan de la tierra
cubiertas de mugre e instintos.
Pero lo que más abunda
en los reinos de Aristóteles
son los seres inertes
de una geología plutónica:
Ruinas de lo que pudo ser,
polvo estéril de lo que no será.
Senderos espirales
de geometrías no-euclidianas.
Y un montón
De tumbas de cobardes.
Y que en mi epitafio escriban:
ResponderEliminar"¿Qué hubiera pasado si...?"
odio esa maldita pregunta, y odio que defina mi vida
ResponderEliminar¿te pasa a ti lo mismo?