jueves, 16 de septiembre de 2010

Sister in love



Mi escaso oído anglófono fue responsable de que durante más de cuatro años creyera que para los británicos la familia política no es familia en la ley, sino en el amor. Inocente de mi, pensé que la vida doméstica inglesa debía ser mucho más sana y madura, ya que eran capaces de materializar en su léxico habitual tan bello concepto.

Hermanos en el amor, padres por el amor, hijos desde el amor… tan cordiales relaciones contrastan bastante con la castiza suegra odiosa y el cuñado pelmazo tan asentados en el imaginario colectivo español. Sin embargo, mi profesora de inglés de bachillerato vino a sacarme de mi error, sustituyendo corazones por enmiendas y amores por juzgados; lo cual, dicho sea de paso, va bastante mejor con los ingleses, tan asépticos ellos.

Pero, como hago siempre, me estoy desviando del tema y sustituyendo las palabras auténticas por otras postizas: metáforas laberínticas que sepultan el sentimiento entre ingenios y cultismos. Hoy intentaré ser transparente, aunque para ello tenga que sacrificar el dudoso valor literario que pudiera tener este cuaderno.

Hoy voy a hablar de la señora Sara, Saritísima, Urbón, Urbonísima, Ser, Kaótika Sara, la Perfección o como ustedes prefieran llamarla. Si no la conocen no se preocupen, se la presento, es esa chica que va caminando por ahí, sí, la de melena corta, camisa de leñador, paso seguro y mirada llameante. Si no lo han adivinado ya, les diré que es una chica inteligente, imaginativa y un poco arrogante. Dicharachera por fuera pero reservada por dentro, como los albaricoques. Que hace de cada palabra una sonrisa y de cada carcajada un verso. Takilálica perdida y kaótika redomada; ahora que lo pienso le pega bastante el sonido qu.

Pues esa mujer es (por fortuna o por desgracia xD) “my sister in love”. Y lo es por muchas y variadas razones. Porque nos sentamos juntos el primer día de bachillerato. Porque frecuentamos todos los parques infantiles de burgos sin ser pederastas (bueno, yo un poco). Porque nos leemos ávidos las líneas. Porque el viento tiene celos de nosotros. Porque teníamos diálogos por Messenger que ya quisiera Platón. Porque creyó que estaba enamorado de ella por culpa de la bioquímica. Porque disertamos sobre “Las Maderas”. Porque vamos a ser la imagen comercial de nuestro amado Peregrino. Porque es la única a la que le cuento un poco de lo que dice y siente mi reptil. Porque somos guays. Porque hacer una cena de clase e ir solo nosotros, no tiene precio. Porque eres, no me retracto, imprescindible en mi vida.

Por todo ello, mi sister in love, te escribo como te prometí esta entrada cursi y ñoña de despedida. Espero que en este año por las féericas (con dos es) tierras de Avalón encuentres libertad y paz, que lleves una vida todo lo disoluta e inmoral que puedas y que se reconcilien tus dos personalidades, que aquí está esperando la tercera.

Slàinte!



Dicen que fueron tus ojos

los de la brava pupila,

los que cuentan tus historias

encerrao en la otra orilla.

Dicen que estás palpitando

mas lento aun cada día,

dicen que eres un buen hombre,

tu enfermedad te perdía.

Soñando días enteros

por cojones dormidito

dicen que te despertaste

en otro país distinto


Me han enseñao tus cartas

y eres más poeta que golfo

tus palabras encerradas cruzaron el mar

y a bordo de una barquita muy chica

con una vela de asombro

para todos los ojillos

que leyeron tus sollozos.

Soñando días enteros

por cojones dormidito

dicen que te despertaste

en otro país distinto


Cuando vuelvas serás otro

siendo el mismito de siempre

tu decides lo que escribes

y aquí te espera tu gente.

Soñando días enteros

por cojones dormidito

dicen que te despertaste

en otro país distinto.



P.S. También quiero dedicar un par de líneas a mi, por varios motivos, brother in love. Porque si sara es un albaricoque, nacho es lo contrario, un coco o una piña (bueno eso último mejor lo omitimos xD (y juro que me he dado cuenta después de escribirlo)). Y aunque hablar con él sea muchas veces peor que abrazar a un puercoespín, sé que en el fondo tiene mucha pulpa tierna, y cada vez que se alinean los astros deja ver un poco de ella. Así que sé que se emocionará (aunque solo sea un poquito y aunque luego lo niegue y me pegue) cuando lea que le quiero. Tengo ganas de volver a chocar los puños, brother.



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